LORCA Y GRANADA EN LOS JARDINES DEL GENERALIFE, ALHAMBRA * 3-24 AGOSTO 2024

PINEDA. Romance popular en tres estampas

Federico García Lorca escribió Mariana Pineda “con apenas veinte años y con un fuerte sabor romántico”, tal como declaró en una entrevista tras su primer estreno. Sin embargo, el origen de la obra se remonta a la infancia granadina de poeta y al encuentro del niño Federico con la estatua de bronce de la heroína liberal, “altiva sobre la columna, sueltos los cabellos, en el cielo la mirada, apretando contra el cuerpo la bandera de la libertad”. Lorca también se recordaba a sí mismo tomado de las manos con otros niños cantando los versos del romance popular “con un tono melancólico, que a mí se me figuraba trágico”. Ya en el inicio de su carrera como dramaturgo, el poeta sintió el imperativo poético de convertir aquella “honda impresión de la infancia” en una obra de teatro.

“Hay mil Marianas de Pineda distintas. La Mariana heroica, la Mariana madre, la Mariana enamorada, la Mariana bordadora, pero yo no las iba a «hacer» todas”. Así hablaba Federico García Lorca de su protagonista tras el estreno de la obra de 1927. De todas esas Marianas posibles, nosotros hemos querido atender a la que convocó Lorca: “mujer de profunda raigambre española, que canta al amor y a la libertad la estrofa de su vida en forma que adquiera el concepto de universalidad de aquellos dos grandes sentimientos”, “la libertad en sí misma”.

En su primera dirección al frente del Ballet Flamenco de Andalucía, la granadina Patricia Guerrero asume el reto de dar cuerpo y alma a Pineda. Una versión en la que se explora toda la fuerza espiritual y expresiva del poema dramático de Lorca. Acompañada de un equipo excepcional, Patricia Guerrero nos entrega una Pineda vibrante y con calambre, granadina y universal, y decididamente flamenca. Un poema dramático bailado porque, de nuevo en las palabras de Federico, “la escena no puede ser otra cosa que emoción y poesía: en la palabra, en la acción y en el gesto”.

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PINEDA. Popular romance in three scenes

Federico García Lorca wrote Mariana Pineda “when he was barely twenty and with a strong romantic flavour”, as he declared in an interview after its first premiere. However, the origin of the work dates back to his childhood in Granada as a poet and to the encounter of the young Federico with the bronze statue of the liberal heroine, “proud on the column, her hair loose, her gaze on the sky, holding the flag of freedom against her body”. Lorca also remembered himself holding hands with other children singing the verses of the popular romance “with a melancholic tone, which seemed tragic to me”. Already at the beginning of his career as a playwright, the poet felt the poetic imperative to convert that “deep impression of childhood” into a play.

“There are a thousand different Marianas de Pineda. The heroic Mariana, the mother Mariana, the Mariana in love, the Mariana embroiderer, but I wasn’t going to “do” them all.” This is how Federico García Lorca spoke of his protagonist after the premiere of the 1927 work. Of all those possible Marianas, we wanted to pay attention to the one Lorca called for: “a woman of deep Spanish roots, who sings the verse of her life to love and freedom in such a way that it acquires the concept of universality of those two great feelings,” “freedom itself.”

In her first direction at the head of the Ballet Flamenco de Andalucía, Granada-born Patricia Guerrero takes on the challenge of giving body and soul to Pineda. A version in which all the spiritual and expressive force of Lorca’s dramatic poem is explored. Accompanied by an exceptional team, Patricia Guerrero gives us a vibrant and lively Pineda, Granada-born and universal, and decidedly flamenco. A dramatic poem danced because, again in the words of Federico, “the scene cannot be anything other than emotion and poetry: in the word, in the action and in the gesture.”