
Eduardo Guerrero: la vida mancha
El bailaor gaditano Eduardo Guerrero confirma su evolución en una poética propuesta en la que exhibe sus portentosas facultades físicas. Crónica de su actuación en el Gran Teatro Falla.
Solía decir Fernando Quiñones que Cádiz, siendo cantaora, era aún más bailaora, seguramente por aquella leyenda, tan cara al escritor, que conectaba a los flamencos con las bailarinas del Gades romano. Lo cierto es que, tras algunos años de cosechas irregulares en este campo, en los últimos tiempos estamos asistiendo a la eclosión de jóvenes valores que mantienen alto el listón de la tradición dancística gaditana.
El caso de María Moreno, un talento en permanente progresión, es incontestable. Y lo mismo se puede decir de Eduardo Guerrero, que ayer mismo puso en pie al Gran Teatro Falla en la presentación en casa de su nuevo espectáculo, Sombra Efímera II.
Fotos: Ana Palma